Este estudio demuestra que la creatividad y el pensamiento crítico no surgen de la nada, sino que dependen de la base de los conocimientos previos que tenemos.
El estudio
En esta investigación, estudiantes de universidades en Estados Unidos y China se enfrentaron a dos acertijos que requerían estrategias diferentes, pero cuya solución dependía de referencias culturales específicas.
Primer acertijo: el cazador de tesoros
Un cazador de tesoros entra en una cueva profunda cerca de una playa, llena de bifurcaciones y sin mapa, solo con una linterna y una mochila. El problema es cómo explorar la cueva sin correr el riesgo de perderse.
La solución que encontraron muchos estudiantes fue llenar la mochila de arena e ir dejando un rastro a medida que avanzaban, de modo que, al querer salir, pudieran seguir su propio camino de regreso. Esta estrategia tiene una clara referencia en el cuento de Hansel y Gretel, una historia muy popular en la cultura occidental. En este cuento, los protagonistas dejan un rastro para no perderse en el bosque, una referencia que casi cualquier estadounidense reconoce de inmediato.
Curiosamente, el 75% de los estudiantes estadounidenses resolvieron el problema de este modo, mientras que solo el 25% de los estudiantes chinos lograron encontrar esta solución.
Segundo acertijo: la estatua sagrada
En una aldea junto a un río, el jefe de una tribu tenía la tarea de cuidar la estatua sagrada de piedra que era muy importante para su pueblo. Cada año, el jefe bajaba por el río hasta la aldea vecina para cobrar los impuestos, y lo hacía pidiendo el peso de la estatua en monedas de oro. Para medir este peso, colocaba la estatua en un recipiente grande en un lado de una balanza y, en el otro lado, ponía otro recipiente que llenaba con monedas de oro hasta que ambos lados de la balanza quedaban en equilibrio.
Sin embargo, en su último viaje, el jefe olvidó llevar su balanza, y ahora no sabía cómo calcular la cantidad de oro equivalente al peso de la estatua sin su herramienta de siempre. ¿Cómo podría calcular el peso de la estatua sin balanza, poleas o báscula convencional?
Aquí te dejo la historia tradicional china en la que se basa este acertijo:
Hace mucho tiempo, en China, vivía un emperador muy poderoso. Cada año, los reyes de los países cercanos le traían regalos: joyas, oro, telas finas y animales. Un día, un rey del sur le regaló un elefante. El emperador estaba encantado, y le preguntó cuánto pesaba el elefante. El rey se puso nervioso, porque no tenía una balanza lo suficientemente grande para pesarlo.
Entonces, el hijo menor del emperador, llamado Chao Chong, tuvo una idea brillante: «Podrías usar una barca. Pones el elefante en la barca y marcas hasta dónde sube el agua. Luego, sacas al elefante y vas colocando piedras en la barca hasta que el agua llegue otra vez a la misma marca. Después, sólo necesitas pesar las piedras una por una. Al sumar el peso de todas las piedras, sabrás cuánto pesa el elefante.»
¿Has podido resolver el acertijo ahora?
Ante este problema, el 75% de los estudiantes chinos resolvieron el acertijo sin dificultad, mientras que solo el 25% de los estudiantes estadounidenses lograron dar con la respuesta.
La importancia del conocimiento previo
Estos dos acertijos ilustran cómo el conocimiento previo influye directamente en nuestra capacidad para resolver problemas.
Este proceso es inconsciente en la mayoría de los casos: nuestra mente asocia problemas nuevos con experiencias pasadas sin que lo notemos.
¿Y cómo obtener conocimiento previo?
Cuando ampliamos nuestro bagaje cultural, enriquecemos nuestra capacidad para entender el contexto, identificar patrones y conectar ideas. Imagina, por ejemplo, a un grupo de niños paseando por el Museo del Prado de Madrid sin referencias previas sobre la mitología grecolatina, la historia sagrada o estilos y técnicas de pintura. Sin ese contexto, muchas de las obras maestras que contemplan les resultarán enigmáticas o, incluso, aburridas. No se trata sólo de mirar una pintura, sino de comprender las historias y símbolos que se esconden detrás de ella. En otras palabras, el placer y la profundidad de la comprensión surgen a menudo del esfuerzo y el conocimiento previo.
Y uno de los hábitos más efectivos para expandir ese bagaje cultural es la lectura. La lectura nos permite explorar narrativas, conceptos y símbolos de épocas y culturas diversas. Es una práctica cultural que amplía nuestra comprensión del mundo. La lectura no sólo es una fuente de conocimiento; es también una manera de establecer curiosidad y aprendizaje continuo. Y no es algo que surja de forma natural, sino una habilidad que requiere motivación y que crece con el hábito. Así que lee, llegarás lejos.
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